lunes, 9 de mayo de 2011

Cansado pero feliz


Un fin de semana agotador pero con un final sumamente feliz. Las primeras sensaciones del día fueron intensas, Leo, mi compañero de carrera, mostraba su emoción ya en el campo de fútbol desde donde salía la marcha. El cañonazo dió la salida y... a correr, a los pocos metros lo perdía de vista pero seguí teniendo noticias de él durante todo el recorrido. Subidas y bajadas fortísimas y agotadoras, paisajes preciosos y compañeros demostrando la capacidad de sufrimiento de las personas. El dolor es temporal y la gloria para siempre.

Así durante unas dieciocho horas y media. A las cinco y media de la mañana entré en meta con la moral por las nubes y los pies en carne viva. Menudas sensaciones y menuda experiencia. Leo entraba acompañado de las campanadas de las 9 de la mañana, feliz como todos los que finalizamos. Allí nos esperaban los premios de rigor: una sudadera de recuerdo y lo que entre los cientouneros se denomina como "el ladrillo", una medalla de cerámica que te condecora como "finisher", el que termina la prueba. Muerto pero feliz.

Un saludo portillero, gracias a todos los que me animaron y felicidades a todos los que tuvieron el valor y la osadía de lanzarse a superar esta prueba.

Para todo el que quiera consultar la clasificación extraoficial está aquí, mi tiempo 18 horas 26 minutos en el puesto 1124, 602 de los veteranos A. Leo entró en 22 horas 13 minutos en el puesto 1804, el 895 de los veteranos A. Estoy a la espera de encontrar algún que otro portillero...

Añado.... Pepe Rojas Cozar, otro portillero cientounero con tres ediciones en su mochila consiguió acabar nuevamente haciendo 20 horas y 22 minutos situándose en el puesto 1480, el 224 de los veteranos B. Enhorabuena a él también.

1 comentario:

Anónimo dijo...

las aventuras tuyas si las publicas verdad,lo demas no,que cojones me importara ami las carreras que tu des,y las que damos nosotros, anda publicalo todo