El Diario Sur, publica esta interesante noticia que ya ha tenido sus repercusiones en las redes sociales.
La Policía Local apercibe a Portillo al detectar un vertudo de gasoil de un autobús
Los agentes, que vigilaban la curva de Cánovas del Castillo, comprobaron que uno de los vehículos perdió combustible al subir la cuesta
Las medidas adoptadas por el Ayuntamiento empiezan a dar sus frutos. El Consistorio tiene ya pruebas fehacientes de que las manchas de gasoil de la curva de la avenida Cánovas del Castillo que vienen provocando gran cantidad de accidentes de moto procede de los autobuses urbanos que realizan la ruta por esta zona. Tal y como habían venido denunciado los bomberos, son algunos de estos vehículos los que, a su paso por esta vía, y debido al desnivel, pierden combustible y dejan en su trayectoria una mancha peligrosa.
La Policía Local daba en la mañana de ayer el alto de uno de los autobuses de la empresa Portillo que hace la ruta urbana al advertir que efectivamente perdía gasoil. Según ha podido confirmar este periódico, un inspector de la empresa que fue requerido por los agentes se personó en el lugar de los hechos y tras comprobar in situ el problema determinó que en algunos modelos de vehículos el combustible puede rebosar si se circula por un desnivel. Fuentes municipales confirmaron que una vez apercibida la empresa y con un acta policial que les vincula a los hechos, cualquier responsabilidad derivada a partir de ahora de un accidente en la zona si se vuelven a repetir los vertidos, podría recaer directamente en ella. La reincidencia sería además motivo de una sanción.
El Ayuntamiento colocaba a inicios de esta misma semana nueva señalización en este punto negro de la circulación de Marbella advirtiendo del peligro por la existencia de calzada deslizante. Asimismo se fijaba en 30 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida en este punto. El objetivo: frenar el elevado número de casos de accidentes registrados en la zona en la que los conductores se dan de bruces casi a diario con combustible esparcido por el suelo justo en la curva de acceso hacia el cruce con el polideportivo Paco Cantos.
Asimismo se anunciaba que la Policía Local controlaría durante estos días la zona para comprobar si, como venían denunciando los bomberos, el origen de las manchas de gasoil tenían como procedencia algunos autobuses. Así ha sido y ahora queda en manos de la empresa concesionaria del servicio (concesión vencida hace dos años y pendiente de resolver), que se ha comprometido a cambiar el modelo de vehículo encargado de hacer la ruta que pasa por Cánovas del Castillo para acabar con los vertidos. Aunque esta situación no es nueva -de hecho se viene repitiendo desde hace mínimo tres años- no ha sido hasta que los bomberos han alzado la voz debido a la gran cantidad de intervenciones que vienen realizando en la zona, cuando se han adoptado medidas para atajar el problema.
Un saludo portillero.