lunes, 8 de diciembre de 2008

El cambio

Se avecinan cambios, esa es la primera conclusión que saco de la primera reunión de la Empresa con los sindicatos. Y estos días posteriores a la reunión, tal y como se esperaba, no han servido nada más que para aumentar los comentarios y rumores sobre lo que vendrá, que parece que no va a ser nada bueno.

Si volvemos a los fundamentos de la reunión, los números que se pusieron sobre la mesa, éstos reflejan que la situación se complica y se prolongará hasta 2011. Que el número de viajeros ha descendido considerablemente. Que los gastos están por encima de los ingresos y, sobre todo, que se van a aplicar, sin remisión, medidas para rectificar esa curva descendente hacia donde nos podemos dirigir. Todo eso, estuvo tratado con tanta trascendencia como para desplazar al responsable de Recursos Humanos del Grupo Avanza, Ignacio García de Leaniz Canosa, ex-Director de Recursos Humanos del grupo El Árbol. ¿ Y qué viene ahora ?. ¿ Un expediente de regulación ?. ¿ Qué nos puede hacer pensar en otra medida ?. Es indudable que los pasos que hemos presenciado no son muy esperanzadores, y parece que la empresa no va a dudar en emplear esas mismas cifras para apoyar sus decisiones.

La comunicación que se hace a los sindicatos no es más que un paso, un paso necesario pero también obligatorio. ¿ Qué esperan que hagan los sindicatos ahora ?. Si todo va como debe de ir, o como lógicamente marcan las reglas del juego, nuestros representantes apostarán por conservar los puestos de trabajo, por garantizar los derechos de los trabajadores, por rentabilizar las líneas, por tratar de conservar cada viajero y buscar algunos más En definitiva, invertir para ganar o, lo que siempre hemos escuchado, " Para ganar, hay que perder ". Y todo ello se realiza creando un producto de calidad, minimizando las averías, buscando una frecuencia en los servicios acorde con la demanda de los usuarios, procurando que el viajero suba a un vehículo limpio y moderno, etc, etc.

No sería lícito decir, aunque las "leyes" de esta partida no sean las mismas para todos, que la empresa no está haciendo nada para solventar la situación, no. Sin embargo, la reacción que está encontrando a estas actuaciones no es la respuesta que ellos querrían. Si se toman medidas sería necesario que todos lo supieramos. Si se compran coches queremos saberlo. Si hay menos averías gracias al trabajo de Eric Vermeulen y de nuestros compañeros, sería digno hacerlo resaltar. Si se modifica el organigrama para rentabilizar la producción se debe de dar publicidad. Si se van a abrir unos nuevos talleres en Marbella, todos tendríamos que tener conocimiento de ello. Y así sobre tantas y tantas cuestiones que "pueden" que se estén llevando a cabo pero que no trascienden. No sé si se darán cuenta, pero el currante, el que sube al autobús cada mañana, o el que entra en su taller, o su taquilla, no lo hace pensando en que la empresa va mejorando, sino todo lo contrario. Ahí está la cuestión.

Y, claro, nuestros representantes son informados, pero la información, en el momento que pasa por ellos, se convierte en asunto sindical. No es una noticia, ni una buena nueva. " La Empresa nos ha dicho...." en eso se convierte. Sería bueno, bajo mi modesto-portillero punto de vista, que los jefes levantaran el telón invisible que los separa de nosotros, que se enfrentaran, en el mejor sentido de la palabra, a nosotros. Porque todos queremos ser escuchados, porque todos creemos tener la solución a los problemas, y porque somos una empresa, un proyecto sobre el que todos tenemos que actuar y, sobre todo porque, y aunque seamos débiles, sin nosotros CTSA-Portillo no sería nada.

Un saludo portillero.

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