jueves, 16 de enero de 2014

Rumores y hechos

Se inicia el año, un año crucial en cuanto a lo que nos condicionará nuestro futuro.

Como comienzo, en cuanto se pongan en marcha nuestros compañeros sindicalistas empezarán las negociaciones del proximo convenio colectivo, una árdua tarea que se presume complicada. Los primeros pasos han tenido ya lugar y la mesa negociadora se constituirá el próximo día 29 de este mes de enero.

Por otro lado, todo hace pensar que este año será el año del inicio de la recuperación de esta depresión en la que estamos. La empresa ha presentado resultados anuales a la baja y eso hace que su posición sea de defensa en las negociaciones que se acercan, pero parece que sus intenciones en lo que a aprovechar la inercia de recuperación se refiere son distintas. Ayer tuvo lugar una reunión de todos los miembros del departamento de movimiento o explotación como a ellos les gusta que se les llame. A ésta acudieron administradores, inspectores, encargados de tráfico y toda la jefatura de explotación además del jefe de recursos humanos y el gerente de empresa. De lo poco que ha trascendido de la misma se desprende que hay una apuesta por cambiar, que hay un interés por reorganizar la empresa en el trabajo de campo y que hay una misión clara que es renovar la imagen que se tiene de la empresa a pie de calle.

La intención pasa por rentabilizar la explotación de las líneas, intentar aprovechar el trabajo de algunos compañeros a la hora de reorganizar servicios según la demanda puntual en las paradas. Ser más cercanos a los viajeros y tratar de dar en mejor servicio posible en la medida de nuestras posibilidades. Del mismo modo, se va a intentar ser más operativos a la hora de solventar incidencias y averías.

De todo ello se pueden sacar conclusiones positivas, los rumores van y vienen y somos de naturaleza excépticos. Los hechos y el interés que éstos despierten en todos serán el alimento de nuestro entusiasmo y el hecho de ver que todo funciona y que hay interés para que ello suceda nos aportará la tranquilidad y el ánimo que tanto deseamos para reconducir nuestro futuro. La empresa ha de poner de su parte, qué duda cabe, necesitamos estabilidad, tranquilidad y la sensación de estar valorados. Pero no decaigamos, desde aquí me gustaría animar a todos a participar, a aprovechar los buzones de sugerencias que se nos ofrecen, a no cansarnos y a no pensar que todo cae en saco roto. Si ellos quieren escucharnos, hablemos... Y construyamos, seamos optimistas.

Un saludo portillero.


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