La crisis da alas al transporte público, que gana dos millones de viajeros en Málaga
La EMT, los trenes de cercanías y los autobuses metropolitanos suman 65,7 millones de usuarios en 2011
Si no fuera por la crisis, parecería que nada ha
cambiado. Es la paradoja de los datos: sobre el papel, el escenario del
transporte público en Málaga, en uno de los peores años de la recesión,
es casi idéntico al último de la época de bonanza. De hecho, solo
200.000 viajeros separan uno y otro, aunque el contexto sea radicalmente
distinto. La pérdida de poder adquisitivo de los malagueños y el
encarecimiento de los combustibles –que la pasada semana ha marcado un
nuevo pico, a 1,40 euros por litro de gasolina– junto con la mejora de
estos servicios está provocando un auténtico trasvase de usuarios del
vehículo privado al colectivo. Personas que, ante las dificultades
económicas, optan por dejar aparcado el coche y desplazarse por otros
medios para trabajar (o buscarlo);estudiar y en los momentos de ocio.
Año histórico para la EMT
Un saludo portillero.
Los autobuses de la EMT, los del Consorcio metropolitano y
los trenes de Cercanías han registrado un crecimiento neto de dos
millones de clientes, hasta un total de 65,7 millones en 2011. Es el
segundo mejor dato de la historia, tras el registrado en 2007 (65,9
millones), y contrasta con la caída de tráfico en las carreteras
malagueñas. En la red principal la Intensidad Media Diaria (IMD) ha
bajado un 7% en el último año, con un descenso acumulado del 19%
respecto a 2008, según los datos del centro de gestión de la DGT en
Málaga. Mientras, las principales calles y avenidas de la capital
pierden hasta un 30% de coches.
Año histórico para la EMT
Todos los servicios públicos de viajeros crecen de forma
considerable, aunque casi la mitad de este buen resultado se debe a la
Empresa Malagueña de Transporte, que ha logrado captar a 900.000
pasajeros más en sus líneas en solo un año. De hecho, este ha sido el
mejor año en sus seis décadas de historia, con 46,5 millones de viajeros
(un incremento del 2% interanual), que rompe la tendencia respecto al
resto de las grandes ciudades españolas. Por ello, junto al factor
económico aparece el componente de mejora de la calidad, sobre todo a
raíz de la implantación del trasbordo en 2010.Pero también gracias a la
mayor puntualidad (con sistemas para conocer el tiempo de espera en las
paradas), derivada de la ampliación de la red de carriles bus; la
renovación de la flota con vehículos más cómodos y las subvenciones a
colectivos como jubilados, estudiantes, personas con discapacidad y
desempleados.
Casi todas las líneas han incrementado la demanda, aunque
destacan por sus buenos resultados la 20 (Universidad); la 8
(Universidad y Cónsul) y la A (aeropuerto), además de los grandes ejes
de la ciudad: la 11 (El Palo), la 1 (Parque del Sur-San Andrés) y la 3
(Puerta Blanca).No solo en la ciudad, sino también en la provincia, el
autobús gana adeptos como medio de locomoción. Durante el último año,
Málaga fue la zona de Andalucía donde más creció (un 5,6% respecto al
año anterior), según los datos del Consorcio de Transporte
Metropolitano. El número de viajeros de los servicios por carretera en
los municipios del entorno de la capital supera así los 9,8 millones, lo
que contrasta con el estancamiento que se produjo el año anterior, a la
vez que pone freno a la línea descendente que había seguido casi desde
su creación, en 2005.
La mejora de los datos es generalizada en las ocho
capitales y el Campo de Gibraltar (Cádiz). Como en el ejemplo anterior,
traslucen razones puramente financieras, aunque beneficiadas por una
mejora de los servicios. En este punto, cabe destacar cómo el descenso
generalizado del tráfico ha repercutido positivamente, en la medida en
que ahora se producen menos retenciones en los accesos.
El Cercanías, cada 20 minutos
Después de tres años de altibajos, motivados por las
obras de ampliación y el cierre temporal de estaciones clave, como la de
la Alameda, los trenes de Cercanías vuelven a ser uno de los
principales medios de transporte para desplazarse por la Costa del Sol y
el Valle del Guadalhorce. Según el balance ofrecido por Renfe, se han
vuelto a superar los nueve millones de viajeros (9.348.500), lo que
supone un 7% más respecto al mismo periodo de 2010. La mayor parte de
los usuarios corresponden a la línea C-1 (Málaga-Fuengirola), con 8,8
millones; mientras que la C-2 (Málaga-Álora) mueve a medio millón de
personas (507.300).
A ello ha contribuido, además del contexto general, una
batería de actuaciones, entre las que destaca la reapertura de la
estación más cercana al centro; el nuevo acceso al aeropuerto y, a
partir de septiembre, la mejora de la frecuencia en la C-1, con un tren
cada 20 minutos entre Málaga y Fuengirola desde septiembre. Los
resultados no se han hecho esperar y entre octubre y diciembre (con los
nuevos tiempos de viaje), se han contabilizado 111.000 usuarios más (un
5,5%) respecto al mismo periodo del año anterior. De esta forma, el
servicio ferroviario de proximidad se mantiene como uno de los más
demandados de España y líder absoluto a nivel andaluz.
Este contexto es un buen caldo de cultivo para el
desarrollo del metro de la capital, que se pondrá en servicio en febrero
del año próximo, con una previsión de catorce millones de pasajeros al
año. Para entonces estará operativo el grueso de las líneas 1 y 2, desde
el palacio de los deportes hasta la Universidad, pasando por la
Carretera de Cádiz, la estación María Zambrano, Teatinos y Cruz del
Humilladero. Se trata, en definitiva, de un nuevo salto en la movilidad
urbana, que permitirá reducir la dependencia respecto del vehículo
privado.
Un saludo portillero.
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