Días atrás salió a la luz una noticia de la que se pueden sacar conclusiones contradictorias. Por un lado, favorecerá el desarrollo de nuestra empresa y la afincará más en la Costa del Sol. Por otro, los ciudadanos de la Costa seguirán sin alternativas en sus desplazamientos y tardarán muchos, pero que muchos años, en ver en marcha ese proyecto tan ansiado y necesario como es el tren desde Málaga a Algeciras.
Así, hace una semana el diario Sur publicaba:
El "no" de Europa condena a Marbella a seguir aislada por tren
Es la única ciudad española con más de 100.000 habitantes sin conexión ferroviaria
La escena se repite a diario. Dos turistas se disponen a
coger el Cercanías. Se dirigen a la taquilla y piden dos billetes para
Marbella. «No, el tren solo llega hasta Fuengirola», le responden desde
el otro lado de la ventanilla. El gesto se les tuerce. No saben muy bien
si la respuesta obedece a una broma. Ni mucho menos. Cuando lleguen al
final del trayecto les tocará acarrear con las maletas para montarse en
un autobús. Sesenta kilómetros con dos medios de transporte diferentes.
En pleno siglo XXI, la red de ferrocarril que recorre la costa malagueña
apenas cubre 30 kilómetros. Y lo peor es que no se atisba luz al final
del túnel. La negativa de la Unión Europea a incluir el corredor
mediterráneo que planteaba el Gobierno central tras la llegada de Ana
Pastor al Ministerio de Fomento ha frenado en seco un sueño largamente
acariciado por Marbella y, por extensión, por toda la Costa del Sol.
El Consejo de ministros de Transportes de los 27 respaldó
el pasado jueves financiar el diseño del anterior Ejecutivo, en su
doble vertiente para pasajeros y mercancías, que trazaba con tiralíneas
un recorrido por Antequera y que condena a la ciudad a seguir aislada
por tren. El otro diseño, ahora truncado, se vislumbraba como el germen
para que el ferrocarril se estirara hasta Estepona por el litoral.
Mientras tanto, Marbella seguirá siendo la única ciudad española con más
de 100.000 habitantes sin conexión ferroviaria.
La noticia ha caído como un jarro de agua fría,
especialmente por los años de anuncios fallidos que los marbelleros
llevan a sus espaldas. También en otros puntos de la costa malagueña. La
negativa de Europa al tren esfuma las aspiraciones de la Axarquía a
tener su propio transporte ferroviario y de extender el Cercanías más
allá de Fuengirola, pese a que la Junta llegó a tener sobre la mesa un
proyecto redactado al detalle e incluso adjudicó el primer tramo de las
obras. El sonido de la megafonía de la estación sonaba menos lejano,
pero los más de 4.000 millones en que se llegó a cifrar dieron un giro a
la estrategia. Se buscó una alianza con el Ministerio de Fomento para
encontrar financiación privada. Finalmente, con la llegada del PP al
Gobierno central, se llamó a la puerta de Bruselas para que se incluyera
entre las partidas de subvenciones, aunque el trazado que ha prosperado
no era el deseado.
«El tren tanto para las mercancías como para los
pasajeros es muy importante para la Costa del Sol», valoró ayer
Margarita del Cid, presidenta de la Mancomunidad de Municipios de la
Costa del Sol Occidental, quien puso el acento en la transcendencia de
ampliar la red ferroviaria hacia el oeste no solo para el sector
turístico, sino también para la movilidad laboral. «Es fundamental
ofrecer medios de transporte baratos», añadió. Las opiniones son
coincidentes, así como el malestar porque la UE haya dado un primer
carpetazo a las aspiraciones de la Costa del Sol.
Alta velocidad
El presidente del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de Marbella, Juan José González, recordó que siempre han respaldado que el tren litoral llegue a Marbella y, además, que la alta velocidad asome por la Milla de Oro. «No son incompatibles», advirtió. El cabeza visible de la patronal marbellí confía en que las nuevas negociaciones que anuncia el Ministerio de Fomento prosperen y finalmente las traviesas asomen por el centro de la ciudad, aunque sea por el subsuelo.
Para el presidente de la Federación Andaluza de
Urbanizadores, Ricardo Arranz, la relevancia del corredor ferroviario
trasciende lo local e incluso lo provincial. «Es una infraestructura
fundamental para competir con Cannes (Francia). Vertebraría la Costa del
Sol no solo por las conexiones con Europa sino por el enlace con el
aeropuerto de Málaga», valoró sobre el proyecto del tren ferroviario,
que de momento se ha quedado en el aire a la espera de que el Gobierno
español convenza a la Unión Europea.
A quien más les preocupa este traspié es a los vecinos,
que a aunque fuera a varios años vista empezaban a atisbar el perfil de
un tren a lo lejos. «Ha sido un varapalo porque aunque sabemos que no
iba a ser en tres días Marbella no puede seguir desconectada de Málaga»,
se lamentó Manuel Sánchez, presidente de la Federación de Asociaciones
de Vecinos de Marbella y San Pedro Alcántara. Censuró que en el siglo
XXI la principal vía de comunicación sea una carretera nacional donde el
límite de velocidad es de 80 kilómetros por hora, «lo que estrangula el
tráfico». «El tren económico de Andalucía es la Costa del Sol y
necesita el tren, así que espero que vuelvan a insistir», confió.
Desde la vecina Estepona, que también estaba incluida en
los primitivos proyectos redactados por la Junta, la concejala de
Presidencia del Ayuntamiento, Ana Velasco, dijo estar «decepcionada»
porque la localidad se quede fuera y aseguró que el Ayuntamiento «hará
todo lo que sea posible» para solicitar esta infraestructura. La edil
consideró que es especialmente necesaria porque el municipio «tiene un
nivel de comunicación muy escaso. A día de hoy los turistas que llegan
al aeropuerto solo pueden acudir al municipio en taxi o autobús y con un
tren se ganaría en rapidez y comodidad».
Su reflexión es válida para Estepona y para toda la Costa
del Sol, que lleva décadas clamando por un tren que acerque Málaga con
Marbella, la capital con la locomotora del turismo en Andalucía. La
primera vez que se oyeron cantos de sirena fue hace doce años. El
expresidente de la Junta, Manuel Chaves, prometió alargar el Cercanías
hasta Estepona. Pasaron varios años, se redactaron a su ritmo varios
proyectos e incluso se llegó a adjudicar un tramo pero nunca llegó a
asomar ni una máquina por los terrenos, más allá de las que se
encargaron de hacer las prospecciones. El ferrocarril no llegó a pisar
el acelerador ni siquiera a rozarlo.
Solventado el problema técnico, al que durante años nadie se atrevía a plantarle cara: la orografía y la urbanización del litoral, lo que obligaba a que el grueso de los 53,2 kilómetros de trazado fueran bajo tierra, el principal escollo era cómo financiar los 4.000 millones en que había cuantificado la actuación.
Solventado el problema técnico, al que durante años nadie se atrevía a plantarle cara: la orografía y la urbanización del litoral, lo que obligaba a que el grueso de los 53,2 kilómetros de trazado fueran bajo tierra, el principal escollo era cómo financiar los 4.000 millones en que había cuantificado la actuación.
Bajo tierra
Lo curioso es que en marzo de 2009 el Gobierno andaluz ya
había dado un paso de gigante. Había adjudicado el primer tramo, entre
La Cala de Mijas y Las Lagunas. Cuatro kilómetros a lo largo de dos
túneles que costarían 164,7 millones de euros y necesitarían de 42 meses
de obras. Más allá del anuncio de que se le había encomendado la
actuación a la ute compuesta por Azvi y Ferrovial, nunca más se supo. El
de La Cala de Mijas-Las Lagunas era uno de los subtramos de los tres
tramos en que se dividieron los 53,2 kilómetros para la redacción de
proyectos: uno entre Fuengirola y Los Monteros, en Marbella; un segundo
entre Los Monteros y San Pedro Alcántara; y el último entre San Pedro
Alcántara y Estepona.
A ninguna estación de las 14 que estaban previstas les
faltaría trasiego. Según un estudio de la Junta, la demanda estimada es
de unos 100 millones de viajes al año, gracias sobre todo a que el
trayecto entre Estepona y Marbella se cubrirá en 20 minutos y el de
Marbella y Fuengirola, en solo 17,5 minutos. Pero la crisis dejó
empantanado el esperado tren litoral. La Junta pidió auxilio a Fomento,
que tenía encomendado desdoblar el tramo entre Málaga y Fuengirola, y se
unieron para buscar financiación privada. Ahora, el Ministerio de
Fomento, de la mano del PP, la busca en Europa. De momento con resultado
negativo.
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