La despedida del "Muelle Heredia"

El diario "La Opinión de Málaga" publica:

La estación de los horrores dejará de ser una cruda realidad

El muelle de Heredia despedirá su imagen cutre y antiturística que tan poco ha hecho por anunciar la capital de la Costa del Sol

Hay ocasiones en las que el refrán ´Más vale tarde que nunca´ pierde su validez y debe ser sustituido por el dicho ´A buenas horas, mangas verdes´, pues sorprende que el Consorcio de Transportes del Área Metropolitana de Málaga haya tardado tanto tiempo en ponerse de acuerdo para cambiar la cutrísima estación de autobuses del Muelle de Heredia.
Lo cierto es que años antes de que existiera este organismo, la estación ya necesitaba un cambio urgente, tanto había sido su deterioro, pues no tenía sentido que uno de las puertas de entrada de Málaga, con un medio de comunicación tan utilizado, tuviera un aspecto tan siniestro y antihigiénico.
La marquesina, para empezar, tiene acumulada porquería desde la llegada de los Reyes Católicos y se había convertido en uno de los ´centros de deposición´ de las palomas de toda Andalucía.
Mención aparte merecen los bancos, en la misma línea de ´antidiseño´ que el incomprensible puente de la Esperanza. Los bancos, como el puente, están hechos para fastidiar al usuario, de ahí que tengan una especie de única ´viga´ para apoyar la espalda, que recuerda a algunos instrumentos de tortura medievales, sólo que sin pinchos.
Las aceras además acumulan una costra inarrancable que si bien no se remonta a los Reyes Católicos, sí es contemporánea de su nieto, el emperador Carlos.
Imagínense a esos miles de turistas que durante tantos años lo primero que han conocido de Málaga ha sido esta estación con más ´mierda´, con perdón, que la bombilla de una cuadra. La impresión es lo que cuenta.
Pero a cada cerdo le llega su San Martín y en este caso, como supimos ayer, salió a concurso un proyecto para rehabilitar y reformar esta auténtica ´subestación´, porque a estación ni llega. Casi un millón de euros hay previsto y ojalá que el cambio venga seguido de la adecuación de las casetas de las compañías de autobuses, que parecen salidas de una pesadilla de los años 70.
¿Más vale tarde que nunca?, ni de coña.

Si esto lo hubiera escrito alguno de nosotros más de uno...

Un saludo portillero.

Más información