Nosotros, que hemos visto desarrollarse el día a día en nuestra empresa durante años y años quizás no le demos el merecido valor a las cosas, pero otros, ajenos a nuestro día a día, son capaces de recopilar, rebuscar y guardar minúsculas porciones de la historia portillera para que, más tarde, una vez pasados algunos, bastantes, años, otros se decidan a recopilarlas y construir así un capítulo, y otro, y otro, de lo que ha sido nuestro día a día, creando, fotograma a fotograma, una película de lo que para ellos tiene un valor significativo y relevante.
Apostaría a que más de un portillero poseerá alguna billetera del año de la polka guardada en un cajón, y es probable que, con el cierre de las instalaciones de la Av. de Velázquez, se abandonaran muchos y muchos recuerdos de la historia de esta empresa, pero son muchos, los que continúan con su búsqueda, ansiosos y curiosos de tener en sus manos algo que una vez cerrados los ojos los trasladen años atrás, cuando todos formaban una empresa, una familia y nada más.
Un saludo portillero.
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