lunes, 18 de agosto de 2008

...y ahora me gustaría...

Todo ha pasado, para lo bueno y para lo malo, pero la vida sigue y el trabajo debe de continuar. No obstante, pese a lo hecho, pese a la presión que se hizo sobre la empresa y sobre las que deben ser sus obligaciones no creo que debamos olvidarnos de ello. No creo que debamos de olvidar que la empresa TIENE QUE CUMPLIR. Nosotros no nos relajamos en nuestros deberes; no llegamos 15 minutos tarde todos los días; no nos olvidamos de nuestra camisa portillera y vamos a trabajar con una camiseta de la selección; no dejamos de vender los billetes a todos los que se acercan a nosotros, ni siquiera somos capaces de saltarnos una parada llena de viajeros.

Así que todos debemos de cumplir, TODOS, si nosotros cumplimos , también lo ha de hacer la empresa, pero ahí entra la labor de nuestros representantes, cansados supongo, pero no creo que deban de bajar la guardia, o al menos a mí me gustaría que no lo hicieran. Me gustaría que todos cumplieran, que todos cumpliéramos. Me gustaría que actuara por ejemplo, con decisión pero con cautela, el Comité de Prevención, que dispone de gente preparada para hacer un seguimiento del estado de nuestras instalaciones y de las herramientas de trabajo. Me gustaría que se vigilaran los cuadrantes, que se hiciera un cumplimiento riguroso de los mismos. Que se repasaran las horas de conducción de algunos servicios que salen adelante con el sudor diario de muchos compañeros y no de quien los estableció. Que se vigile la limpieza y el mantenimiento de los vehículos, y ¿si no hay coches?, de quién es culpa, señores. Porque nosotros cumplimos, seguimos cumpliendo ¿ y ellos ?.

Y, por último, y a fuerza de ser pesado, me gustaría que la mesa negociadora hiciera público el acuerdo definitivo, palabra por palabra, punto por punto, y así nos enteraríamos ( yo y algunos compañeros más, al menos) de esos otros compromisos a los que se acogió la empresa y que no se centran exclusivamente en el sueldo.

Un saludo portillero.



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