A lo largo de todo el día supongo que os habrán estado llegando informaciones sobre lo sucedido en la noche de ayer en la capital malagueña. Recurro a una opinión de primera mano, paso a relataros cómo lo vivió un compañero portillero que se encontraba en esos momentos en la estación. La primera sensación fue de sorpresa porque acababa de cerrar la puerta de las taquillas y comenzó a entrar el aire a presión y polvo por debajo de la puerta. Las paredes comenzaron a temblar y todo ello acompañado de un ruido extraño al que siguió un estruendo de cristales, chapas, etc...un caos.
Reventaron cristaleras, cayeron cubiertas y la estación se llenó de una sensación de miedo e incertidumbre porque, pese a haber cientos de personas en su interior, prácticamente nadie daba crédito a lo que había pasado. Hubo algunos heridos y, casi al instante, acudieron los bomberos comenzando a controlar la situación.
El día de hoy se ha desarrollado con una cierta normalidad, pese a que las taquillas han permanecido cerradas y los billetes se han tenido que vender en los autobuses. Esperemos que sea algo breve no vaya a ser que algún espabilado tome cartas en el asunto y tengamos que lamentar la pérdida de otro puesto de trabajo.
Ahí os dejo un par de fotos de nuestro compañero F.Martin R., y así podeis comprobar cómo quedó el tejado. Un saludo portillero.
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