Hace ya más de cincuenta años el estacionamiento de los autobuses con destino a Málaga se situaba en lo que se conocía en Algeciras como la Acera de la Marina, justo frente a donde hoy se encuentra el Hotel Al-Mar. Las oficinas estaban justo en un pequeño habitáculo en un edificio ya desaparecido, junto a los autobuses de La Valenciana. Allí compartían su jornada dos mozos factores, cuatro taquilleros, dos conductores y un administrador.
La vida en esos días no tenía nada que ver con el ajetreo diario actual. Los autobuses habían dejado de tener esas amplias bacas donde se colocaban todas las mercancías y maletas y ya poseían unos maleteros interiores más o menos amplios. No se conocía lo que eran las prisas, el trayecto a Málaga duraba unas cuatro horas y, cuando se salía de Algeciras se hacían dos paradas de veinte minutos tanto en Estepona como en Marbella.
Ahora todo ha cambiado, pero parece que algunos echan de menos todo ello y tratan de que la línea de Algeciras a Málaga vuelva a durar esas mismas cuatro horitas. Una opción anacrónica pero factible, si no que se lo pregunten al algunos.
Un saludo portillero.
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