lunes, 15 de junio de 2009

El viajero misterioso

Vaya detective.

Estatura media, complexión fuerte, pelo rubio corto, ojos azules, entre veinticinco y treinta años, cordón de oro al cuello, vestimenta deportiva chanclas y pantalón corto incluídas, no faltaba la bolsa al hombro. Llegó a la estación de autobuses de Marbella después de dar un par de viajes en algunos autobuses de la empresa. Caminó recordando lo que había observado en las horas que llevaba vigilando las líneas que tenía asignadas. Quizás cansado o tal vez haciendo tiempo para esperar a su próxima presa, tomó asiento en la sala de espera. Estiró las piernas y se distrajo con una joven rubia que se apresuraba a tomar su autobús destino a casa. En ese momento cayó en la cuenta que esa línea era su próximo objetivo, y corrió tras la rubia pero con un fín distinto.

Y allí quedó, abandonada, una carpeta con todos los informes que había realizado durante su turno, durante su inspección de tarde en Marbella. Nuestro inspector fantasma se había delatado, y así hemos descubierto que no son tales sino "viajeros misteriosos". Pero éste ya no es tal, ni misterioso, ni fantasma. Ellos han descubierto a algunos y nosotros vamos por el mismo camino, a ver quien vence.

Un saludo portillero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ANACLETO agente secreto "el de los tebeos". Sabrá Dios donde habra ido la empresa a contratar a semejantes individuos que vienen a cazar y al final son cazados, más vale que invirtieran el dinero en mejorar los servicios de la empresa y no malgastar el dinero en semejantes chapuceros, porque éste ha caido solito y los demás iran cayendo poco a poco.
El SIP (servicio inteligencia portillera) es posible que trabaje mejor que estos detectives.
Un saludo compañeros.