Yo voy soñando caminos

Comienza o continúa nuestro colaborador con ironía, muy propia de los poetas, para introducir su nueva entrega mensual que ofrece así..."Este mes no tendrás quejas, que ha estado movidito y la gente se ha lanzado a participar con fuerza y ganas. Lástima que ya se haya desvelado el misterio de todos los males y ahora, sabiendo que "los de tráfico" son los culpables de casi todo será fácil poner enmienda a tanta tachadura. Ellos que estaban ahí, agazapados, de incógnito, boicoteando su pan, y han sido descubiertos. Antes de seguir, y a colación de esto, me gustaría citar una frase de Paul Claude, que le vendrán bien a algunos de los comentarios que he podido leer. "Lo que consideramos como justicia es, a menudo, una injusticia cometida en favor nuestro".

Y ahora, un poema de Antonio Machado, con uno de sus temas más recurrentes, los caminos. Caminos que carga de simbología y que en muchas ocasiones le sirvieron para expresar con maestría melancolía, deseos, amor y desamor. Caminante, que transita por la vida sabiendo que no puede parar, sin saber qué habrá detrás de la próxima colina. Espero que guste y que el que lo lea exprima cada símbolo que el "maestro" utiliza y después de exprimido, que se lo beba, porque merece la pena.

Yo voy soñando caminos

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!…
¿Adónde el camino ira?
Yo voy cantando, viajero,
a lo largo del sendero…
- La tarde cayendo está -.
"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logre arrancármela un día;
ya no siento el corazón."
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada."

Como siempre un placer. Un saludo portillero.