domingo, 27 de enero de 2013

A vueltas...

A vueltas ando, después de toda la marejada, con los comentarios, gritos y quejas que algunos vierten tras el acuerdo. Saben ellos que siempre se oye más al que grita, pero no por eso poseen más razón, es más, me atrevería a decir que esos gritos y esa furia les impide realmente ver las cosas como son. Quizás, cuando todo pase, cuando ya no tengan nadie que les preste atención, reflexionarán y tomarán certeza de todo lo que hemos hecho, ellos incluídos.

La palabra es gratis y el hecho es esfuerzo. Ahora se reclama compromiso para el comité y mañana, cuando el viento cambie, se volverá a pedir aunque vayamos en dirección opuesta. De la postura valiente de nuestros representantes, la mayoría, se extrae una toma en consideración de un valor indisociable de la cultura sindical, la lucha por el puesto de trabajo. Para eso nacieron, sin trabajadores no hay defensores, sin obreros no hay sindicatos. De lo conseguido, no podemos extraer lo peor, cierto es que los resultados nos pasan factura, nunca mejor dicho, pero no menos evidente es destacar la unidad de un comité en defensa de una causa justísima y la consecución de un resultado exitoso. Se antepuso la razón a la fuerza, se luchó desde el primer instante con la solidez de una postura inquebrantable y ahí están los resultados.

La Empresa trató de dividirnos, y no podemos centrarnos en algunos comentarios negativos cuando tengo la certeza de que la mayoría de la plantilla apoya a nuestro comité. Los críticos alimentan el desapego y la desunión. Olvidan ese espíritu solidario en un momento en el que la patronal va unida en nuestra contra. Esto es una causa común, todos somos necesarios, pero nadie es imprescindible para ellos y la pérdida de un puesto de trabajo nos debilita. El crítico y los que le apoyan, no deben de perder de vista las gestiones que diariamente se hacen por la defensa de tantos y tantos casos que les perjudican y siempre contaron con el apoyo de una mayoría. De su postura se adivina un deseo por la represión y una adhesión a la causa del empresario y no del trabajador. Quieren ver motivos personales que justifiquen el despido, pero no los hay. No fomentemos la tensión, nos perjudica y todos, todos perdemos en ello.

Fomentar la solidaridad y la unión es una función primordial del trabajador y compañero. Ahora es momento de estar unidos, ya lo vivimos en las movilizaciones de hace apenas unos años y disfrutamos de esos frutos. Debemos de seguir luchando, unidos. Y a todos los que creyeron en esto, gracias.

Un saludo portillero.


1 comentario:

Davigula dijo...

Me alegro que no echen a nadie, repito ME ALEGRO, pero todo aquel que este sindicado y tenga dos dedos de coherencia deberia borrarse del sindicato. El que no sabe negociar que no negocie, por que esto ni es negociacion, ni acuerdo ni nada, es una imposicion y la empresa es mas listo que nuesstro querido comite.
Pongamos ese dinero para contratar un laboralista externo a la empresa, que asi no habra que pagar favores.