Se le advierte...

Desde hace ya algunos días estamos comprobando como la empresa está haciendo llegar a algunos compañeros conductores una misiva en relación a algún siniestro que hubieran tenido. En ella, se comunica que ha estado involucrado en un siniestro de CULPA, que no es ni más ni menos que un accidente en el que no se ha actuado correctamente o según las normas establecidas. Junto a ese escrito se añade una valoración de daños con la que se hace hincapié en el perjuicio que se le ocasiona a la empresa por tales desperfectos.

He leído la carta detenidamente y repetidas veces y he de reconocer que me ha dejado un regusto agridulce. Me explico, en un principio, pese a la frialdad del inicio, parece que se trata de una puesta en conocimiento de unos hechos que, ciertamente, ocasionan un quebranto a la empresa, para ello se emplean verbos como (no) "contribuir" , "colaborar" o "participar" (...en unos resultados satisfactorios para todos ) que sugieren una puesta en relieve de objetivos comunes en una causa común, pero ello se va tornando en una especie de reprimenda que termina en lo que llamaría una amonestación con unas posibles repercusiones para el trabajador: "... se le advierte que ( ...) de reincidir (...) la empresa adoptará (...) las medidas oportunas. He entresacado una referencia sobre la utilización de este verbo para acabar las dudas, dice así : "Advertir de que, advertir que: El verbo advertir cambia de significado según lo acompañe o no la preposición ‘de’. Advertir de algo significa avisar sobre un hecho del que se puede derivar alguna consecuencia, y advertir algo significa darse cuenta de ello. Además, este verbo tiene también valor de admonición, pero en tal caso precisa el empleo de subjuntivo en la oración completiva: ‘te advierto que no me grites’.

No me imagino a ningún compañero que inicie la jornada con intención de dañar algún autobús y me encantaría conocer las estadísticas entre horas trabajadas e incidentes como los que se apuntan. Quizás, si estos mismos "advertidos" y el resto de conductores no pusieran tanto celo en cumplir el horario, mantener una línea operativa ante tantas y tantas incidencias en el tráfico y en la mecánica de los vehículos, las cosas cambiarían y se vería realmente si se "colabora", "contribuye" y "participa" en hacer el trabajo lo mejor posible y alejados de la espada amenazante del castigo. No hay mayor ciego que el que no quiere ver.

Un saludo portillero.