MIEDO

Ya ha llegado la primera despedida.

A las once de la mañana la Empresa entregaba la carta de despido al administrador y jefe de la estación de autobuses de Marbella. Ya os comentaba ayer que, más pronto que tarde veríamos despedirse a alguno, y la hora era esa.

Desde este momento, cada uno podrá interpretar, calificar o justificar esta decisión en base a sobre quién ha recaído. Algunos estarán sorprendidos y pienso que, lamentablemente, otros contentos. La posición de el despedido ha favorecido esas opiniones, y os pido que penséis en su situación actual y no miréis hacia atrás, máxime cuando es muy probable que ,en cualquier momento, alguno de nosotros podramos estar en su misma situación.

A mí, en el momento actual, no me interesa el "quién" sino el "qué". Lo que quiero que observéis es qué está haciendo la Empresa. El motivo esgrimido por nuestros jefes para despedir a esa persona es que "no tiene confianza en él". Entonces, dejadme que os pregunte: ¿ Quién es en este momento una persona de confianza de la Empresa ?. Me temo que nadie. Acaban de llegar, tienen algunos colaboradores dentro de la plantilla, pero está claro que nadie es imprescindible. Los administradores sienten el aliento de la Empresa en sus cogotes, pero nadie está lejos del objetivo en pos de rentabilizar las cuentas. Sólo tenemos que observar que, ayer, nuestro Jefe de producción tuvo una crisis de ansiedad mientras se encontraba en Málaga.

Es probable, y apostaría por ello, que en el mes próximo veremos a algún jefe malagueño diciendo adios. Ya hasta parece que hay un sustituto inspeccionando los talleres y las instalaciones de la Empresa. ¿Es conveniente?, yo pienso que sí. Pero, ¿ y después ?, ¿vendremos los taquilleros?.

Nuestros compañeros de la Continental, y de otras empresas del grupo probablemente nos visiten a menudo pero, hasta el momento, hay más de mil doscientas visitas de Madrid. ¿ Qué opináis ?. La Empresa va tomando nota de TODO lo que hacemos y decimos. Y va siendo hora de que pensemos en ello seriamente. Criticar encanizadamente a tal o cual compañero, puede ser pornerlo en la lista de algún futuro movimiento extraño. Decir que algún colectivo dentro de la Empresa, hace mal o peor su trabajo, puede perjudicarlos y no implicará más que un deterioro de la UNIDAD que es , hoy por hoy, imprescindible.

La intención de la Empresa es clara: que cunda el pánico. El MIEDO es la mejor arma para que todo el mundo se ponga las pilas. Pero claro, ¿hay que rendir más? , ¿es que no rendimos lo suficiente?. Todos al ciento cincuenta por ciento, y ellos a ganar pelas.

¡Ah! y de repartir, nada. De negociar, ni hablar.

Un saludo portillero. Un abrazo a Roberto y sobre todo, un ladrillo más al muro de la UNIDAD.