Nada es para siempre, hay veces que el hastío, el cansancio, la dificultad de hacerse entender, la incomprensión o incluso la edad, hacen que se tomen decisiones que lo único que persiguen es el alejamiento y el paso a un segundo plano.
Días atrás presentaba su dimisión de todos sus cargos nuestro compañero y veterano componente de CC.OO en el Comité de Empresa, Luis Zorrilla. ¿ Los motivos ?, pues él y el resto de componentes de la Sección Sindical de CC.OO. los conocen, pero creo que eso no es lo importante. Lo importante y triste es que perdemos a una de las personas más preparadas y cualificadas en la defensa del trabajador dentro de nuestra empresa. Lo importante y triste es que su sindicato, se ha quedado sordo y mudo ante esta dimisión. Lo importante es que pareciera que a nadie importa, que nadie tiene la sangre y los argumentos suficientes para cambiar esa decisión y para poner en valor unas aptitudes dignas de destacar.
El Comité de Empresa pierde poder, tengámoslo claro, y con ello perdemos todos, perdemos poder de anticipación, perdemos argumentos y muchas más cosas que son valiosísimas en estos tiempos. Ahora, visto lo visto, quizás algunos dentro y fuera de su sindicato valoren más esta ausencia como un triunfo y un alivio, allá ellos. Yo, que le felicité por una elección que lo aproximaba a sus aficiones más terrenales, le echaré de menos... al menos por ahora.
Un saludo portillero.
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