
En relación a ello, ayer comentaba con un compañero que mi misión, si se la pudiera llamar así, no es la de ser portavoz de un colectivo, nada más lejos de mis intenciones, sino que es la de ser el altavoz de opiniones y de hechos que suceden en nuestro día a día portillero. De ese modo, siempre se sabe quién emite la opinión y yo me limito a trasladarla, que cada uno sea responsable de sus palabras y así se podrá entablar un debate directo sobre lo que interese, pero con interlocutores reales, de carne y hueso.
Nuestros más directos portavoces son nuestros representantes sindicales, interlocutores cercanos a la empresa, o al menos así debiera de ser, y personas con argumentos para denunciar si fuere necesario cualquier hecho relevante y perjudicial a nuestros intereses. De ellos y de su posición debemos de aprovecharnos, ¿ o es que lo que sucede es que no creemos en ellos ?.
Un saludo portillero.
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