Si había una queja por parte de las empresas dedicadas al transporte de viajeros era lo que consideraban como una clara descompensación entre los gastos derivados de la subida del gas-oil y los precios de los billetes.
Con el inicio del año, esa reclamación constante se ha convertido en una subida que ha alcanzado el 4% y que no se ha hecho de esperar.
Días antes de la finalización del año, ya podíamos comprobar como, todo aquel que adquiriese su billete por anticipado para 2012 sufría la subida pactada y, por otro lado, los compañeros que iniciaban el servicio de madrugada el primero de enero, comprobaban como las máquinas expendedoras actualizaban sus tarifas inmediatamente. No se dejaba nada sin controlar, no como otros años con otras directivas.
Esos han sido los primeros pasos de la empresa para 2012, tratar del cubrir el poder adquisitivo y paliar en la medida de lo posible lo que consideraban un desequilibrio que se venía a sufrir solo por la parte empresarial.
Un saludo portillero.
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