sábado, 24 de mayo de 2014

El Capricho (...la serie continúa)

Cual culebrón veraniego, la obstinación de la Empresa por cambiar el sistema de confección de cuadrantes se va a convertir en el objeto de controversia del año y, si nadie lo remedia, parece que quebrantará esa paz social por la que la empresa apostó.

No está de más recordar ahora  las palabras que nos dedicó nuestro director en el escrito sobre su " Planteamiento estratégico ",  ese en el que nos indicaba que " solo el aumento de los ingresos nos permitirá cambiar el enfoque que se ha mantenido hasta ahora sobre la resolución de los problemas económicos de la empresa " , no hablaba del recorte en gastos ni en la calidad en el trabajo. El mismo en el que apuntaba que  " pensamos que la única manera de atacar el problema sin basarnos en la reducción de gasto es incrementar los ingresos conteniendo los costes ". Pues de eso nada, la empresa se ha olvidado de sus ideas y de los planes hechos desde la " responsabilidad y el compromiso" , y nos preguntamos si es responsabilidad cambiar por su cuenta y riesgo algo que funciona bien, si hay compromiso cuando se modifica unilateralmente una manera de trabajar que genera estabilidad y calidad de vida al trabajador. ¿ Es tanto lo que pedimos ?.

La empresa camina ahora sola con los sindicatos ausentes de las reuniones que ha convocado.  Ha tomado una decisión y en los borradores de los cuadrantes de este mes lo podemos comprobar. Ya hay peticiones no cumplidas y modificaciones conflictivas. Podíamos haber empezado por ver si nos interesan los cambios ,por haber hecho una comisión para estudiar el tema, porque ¿ no sería mejor negociar todos estos cambios ?, ¿ no sería más lógico utilizar a los mismos trabajadores para que fueran ellos los que dieran las pautas para la confección de servicios ?.  Si se quiere rotar los turnos, pues se estudian las opciones. Todo menos la imposición y la regulación de una cuestión que era de las poquitas cosas que podíamos disfrutar sin problemas.

Ahora la empresa abre otro conflicto gratuíto en vispera de la temporada alta, esa que nos puede ayudar a levantar cabeza. Se tensa el ambiente y nos cargamos todo lo que hemos puesto sobre la mesa y que tanta desazón ha provocado. Y de lo dicho, nada. Ver para creer.

Un saludo portillero.

Y del resto del último escrito ya hablaremos.... que tiene miga la cosa

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