
A todos los que a parte de ser coincidentes laborales les duele un poco las cosas de nuestra santa empresa:
NUESTRO VIAJE
CULTURAL.
Este es un tema que según de qué boca lo escuches pueden cambiar las opiniones, pero si nos interesan las cosas probadas, creo que las opiniones que mejor nos pueden orientar vendrán de personas que, con sus vivencias, nos ilustran todos y cada uno de los destinos de los que han sido partícipes, aunque estaremos de acuerdo en que lo mejor es vivirlas uno mismo y después opinar.
El motivo de mi
exposición, principalmente, es expresar mi desacuerdo en la forma de manejar un
beneficio conseguido con el esfuerzo de otros compañeros: el viaje cultural. Durante años ha sido acogido por una mayoría con ánimo y ganas de disfrutarlo. Ahora, y según a criterios que pocos entienden, se organiza a traves de una serie de personas que no parecen muy interesados en su futuro, la denominada Comisión Socio-Cultural.
En el año 2012 y
ante la presentación en la Comisión por parte de cada sindicato de varios viajes, se hace la pertinente votación de la que se extrae el
“sorprendente” resultado de Mallorca como destino más votado. A Dios gracias, los
realmente interesados en hacer el viaje cultural tienen tiempo de reaccionar y
demostrar que a Mallorca (destino respetabilísimo) no quiere ir nadie. Curiosamente, más tarde se monta un viaje a
Portugal al que rápidamente apoyan más de una treintena de participantes.
Nos situamos en el año 2013. Como en anteriores ocasiones, se han presentado variedad de destinos, aunque claro, solo puede
salir uno elegido. En este caso sale La Ruta de los Conquistadores, previa votación de la
comisión sociocultural, por supuesto. A treinta de setiembre, creo que no llegaban a cinco las personas que deseaban realizar ese viaje, personas
que dicho se de paso y si Dios no lo remedia, se les va a fastidiar sus planes
si finalmente no se lleva a cabo el viaje por falta de asistencia. Ante eso yo les diría a los
miembros de la Comisión Sociocultural que quizás podrían ir pensando en cambiar el criterio a la hora de elegir los
destinos, porque concretamente este año había más de treinta personas
comprometidas para otro destino (Cantabria) y personalmente creo que para qué
mejor criterio que respetar la opinión de una mayoría que se compromete
desinteresadamente.
Este es un tema que según de qué boca lo escuches pueden cambiar las opiniones, pero si nos interesan las cosas probadas, creo que las opiniones que mejor nos pueden orientar vendrán de personas que, con sus vivencias, nos ilustran todos y cada uno de los destinos de los que han sido partícipes, aunque estaremos de acuerdo en que lo mejor es vivirlas uno mismo y después opinar.
Concluyo llamando a la
reflexión y al respeto que se merecen los que os votan.
Un saludo.
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